¿Así que le tienes
miedo al odontólogo?
No te preocupes. No
eres la única persona que siente este. Muchos de nosotros inclusive lo negamos
porque no es posible que alguien a nuestra edad tenga miedo de ir al mismo. Aún
así, todavía existen aquellos que pondrán cualquier excusa para posponer la
visita al médico de dientes. Aquí te presentamos unos consejos para que esta visita
sea mucho más llevadera.
Pasos:
1.
Identifica la razón
de tu miedo y analiza la situación.
Esto es muy importante. ¿Has tenido alguna visita al dentista
que pueda haberte causado un trauma? ¿Qué es lo que dispara tu ansiedad, el
consultorio, el olor a dentista, el sonido de la turbina? Quizás sea tu miedo a
lo desconocido o tal vez al costo.
2.
Tómate el tiempo de
buscar un dentista que te agrade y en el que puedas confiar. Pregunta a tus
amigos acerca de la persona que está a cargo de sus dientes. Pregúntales qué
clase de trabajos dentales ha hecho. cuál fue su experiencia con ese
tratamiento, la cantidad de dinero que gastó, cuán bueno es el dentista a la
hora de controlar el dolor o para hacer que el paciente se sienta relajado y
confortable.
3.
No pospongas tu
visita al dentista.
Mientras más veas a tu dentista, habrá menos que hacer. Los controles frecuentes previenen graves
problemas de salud bucal.
4.
Si no quieres
escuchar lo que está pasando, lleva tu música al dentista.
Siéntate, coloca tus audífonos, cierra tus ojos y
concéntrate en la música. Cuida de apagar el aparato cuando se te pida. Escuchar
música relaja.
5.
Acepta el hecho que
lo que más te asusta es lo desconocido.
Las herramientas que
manejan los dentistas pueden ser atemorizantes. Antes que tu doctor haga algo
en tu boca, pregúntale lo que está haciendo y qué herramienta va a utilizar.
6.
Reconoce el hecho que
el dentista está ahí para ayudarte.
La persona que viste de blanco está allí porque estudió para
eso y que no emitirá un juicio acerca de tu salud oral ni tampoco acerca de tí
como persona. Lo único que desean es ayudarte a mejorar la salud de tus
dientes.
7.
Recuerda que tienes
el derecho a irte.
Si no te agrada el dentista que tienes ahora, es más que
correcto irse. El primer paso es encontrar un dentista que realmente te agrade
y en el que puedas confiar.
8.
Relájate:
Inhala lentamente y expande tu abdomen hasta contar cinco.
Mantén el aliento por diez segundos y exhala contando hasta ocho. Repite este
procedimiento cada vez que sientas que el nerviosismo se quiera apoderar de tí.
9. Lávate los dientes
y usa hilo dental.
Una de las razones por que la gente no va al dentista es
porque no se lava los dientes tan a menudo como querría. Nadie ve allá adentro
hasta que vas al dentista. Pregunta a tu dentista por formas de lavarse los
dientes eficientemente y pide que te recete un cepillo de dientes especial para
tí. Quizá también desees que te recete una pasta de dientes.
10.
No esperes a tener
dolor.
Cuando hay dolor, es problema seguro que no es pequeño.
Controla tu salud bucal periódicamente evitando así malestares no deseados.
QUE EL MIEDO NO TE PARALICE. HOY PUEDE SER EL DÍA PARA
COMENZAR A CUIDAR TU SALUD BUCAL!